La ciudad nos regala su fuerza. Su acción. Su presencia. Su poder.
La naturaleza urbana te puede llevar a la quietud interna.
El yogui está bien en cualquier lugar. No hace falta huir, ni esconderse en una cueva.
Tiene las herramientas suficientes para adaptarse a cualquier lugar y circunstancia.
Posee la sabiduría para integrarse.
Como cualquier persona tiene una vida llena de asuntos que resolver a nivel laboral y familiar.
Algunos días tiene una agenda apretada y debe correr.
En esa carrera, el yogui es consciente y respira. Esa es la diferencia: está presente, observa la situación.
El yogui se rinde a la ciudad, se abre. Y en el bullicio puede entrar en una quietud extraordinaria...
En una ciudad hay silencio si te sabes recoger.
Si estás en paz, hay paz a tu alrededor.
Puedes estar en el metro, en el aeropuerto, en un bar, en una tienda y Ser pacífico.
A veces, cierro por un instante los ojos, me aquieto en mi respiración y cuando los abro, el mundo a mi alrededor ha cambiado. O soy yo la que cambia?
Mi visión es más amplia e inteligente.
Tú eliges cómo mirar, escuchar, hablar, actuar. Decides cómo vivir y cómo construir tu día a día.
No le culpes al día por tu actitud. Eres el responsable.
Eckhart Tolle nos dice: " Cuando dices sí a la vida tal como es, puedes sentir dentro de ti un espacio profundamente pacífico. Deja la vida en paz. Déjala ser "El secreto del yogui es que cuando camina camina, cuando está sentado permanece sentado, cuando come come, cuando respira respira, cuando mira mira, cuando escucha escucha, cuando practica practica.
Aprovecha cada pequeño detalle...
Y entonces, la ciudad se abre a ti y su belleza te embarga...
En la ciudad el yogui se " transporta "
Y se dice..." me abro al nuevo día "
De otro
Desde otra perspectiva
Otra distinta
Puede volar alto si se lo propone
Mirar al cielo
Casi tocarlo
Hacerse grande en cada experiencia
Encontrando el equilibrio
Guerrea un poco
Hace el pino como un niño. Así aligera el día
Realiza sus llamadas. Preparando un retiro?
Hace lo que siente
A veces todo está patas arriba
Se prepara para la carrera
Con calma
Un esfuerzo más
Otro
La recompensa
Se siente feliz
Se alinea
Se recoge
Se pregunta: Quién soy yo?
Y al final: descansa
Y se le queda cara de Buda
Jajaja
Fotos realizadas por Inés Monroy
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